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5 acciones que realizamos y nos aumentan el riesgo de cáncer


Hombre en una piscina con quemaduras solares con cara de sorprendido


Si hay una enfermedad que aterra a todo el mundo es el cáncer. Aun así, casi todas realizamos pequeñas acciones que nos aumentan el riesgo de padecerlo. Aunque es una enfermedad que tiene un gran componente genético, aleatorio y de mala fortuna, hay ciertas acciones que hacemos o no hacemos, que aumenta el riesgo de padecer un cáncer. Para conmemorar el Día Mundial contra el Cáncer, veamos algunas pequeñas acciones que a veces o continuamente realizamos y nos aumenta el riesgo de tener esta enfermedad. Tómalo como una oportunidad de aprender e incluso cambiar un poco en pos de tu salud. Descubramos acciones que aumentan el riesgo de cáncer. 


No utilizar bloqueador solar 

Todos los niños lo detestan en sus vacaciones. ¿Quién quiere perder tiempo en embarrarse crema? No obstante, la mayoría de los adultos también se lo saltan, más si no están de vacaciones en la playa. La realidad es que los dermatólogos te recomiendan utilizar bloqueador cada día porque nuestro Sol lanza llamaradas de rayos UV. Estos rayos son necesarios para la vida en la Tierra, pero demasiados son radiactivos. Los rayos UV tienen la habilidad de romper el ADN. Aunque las células pueden arreglarlo o en su defecto suicidarse, si el daño es irreparable, algunos métodos de reparación de ADN son bastante mediocres y basta con una célula mutada y fuera de control para pronto tener cáncer de piel


El bloqueador protege tu piel del cáncer y del envejecimiento prematuro. Debes utilizar bloqueador solar siempre, incluso en la nieve, cerca de cuerpos de agua o si está nublado. La nieve y el agua hacen rebotar los rayos UV, así que te quemas el doble. Las nubes no son un gran protector contra los rayos UV. Puede que el Sol no se sienta e incluso haga frío, pero la radiación está ahí. También se recomienda usar bloqueador si se está cerca de una ventana porque los rayos UV también las atraviesan. 


Mujer con quemaduras solares en la nieve

Aunque parece ir contra la intuición, la nieve y las superficies blancas reflejan los rayos UV, haciendo que te quemes el doble. 


Consumir alcohol

¿Eres de las personas que disfrutan de las bebidas alcohólicas? No te culpamos, a la mayoría les gusta. Sin embargo, la mayoría también se excede. Más porque es bastante simple pasarse. Por día, una mujer puede consumir una bebida alcohólica y un hombre dos. Otra regla que todos se saltan es “juntar días de alcohol”, que es no beber toda la semana y desquitarse en un día, pero tristemente, al hígado le da igual si no bebiste toda la semana, si le metes más de lo debido, en cualquier día, recibe daños. 


El alcohol es tóxico para el cuerpo y el hígado lo detesta. Cuando el alcohol ingresa al cuerpo, el hígado desatiende sus demás tareas metabólicas porque el alcohol no puede andar libre por ahí, no mientras el hígado esté vigilando. Esta es la razón de no poder beber cuando consumes medicamentos; el hígado abandona la metabolización de tu medicamento, se dedica al alcohol y tú terminas intoxicada. El hígado es bastante apto metabolizando alcohol. Sin embargo, la enzima que lo metaboliza, transforma el alcohol en acetaldehído, una molécula muy tóxica para el cuerpo. 


El acetaldehído es una molécula desastrosa. Es un compuesto que causa aductos de ADN, que significa que se pega al ADN. Sin duda, no es algo que quieras ahí estampado. Sería como tener una receta y que un preescolar dibujara sobre tus instrucciones, eso no se podría leer. La otra maldad que hace el acetaldehído es que si no se pega al ADN, lo rompe. Estas dos fechorías llevan a las células a mutar y son la primera razón del cáncer de hígado, conocido como carcinoma hepatocelular


Amigos bebiendo cocteles en una fiesta

Común en fiestas y reuniones, el alcohol es el mayor riesgo para el carcinoma hepatocelular, gracias a la molécula acetaldehído, la cual es tóxica para el hígado y ADN. 


Intentar salvar la comida del moho

Seguramente te ha pasado que tu comida, ya sea pan, queso, carne, fruta o yogur, les aparece ese maldito hongo azulado. Ahora, tienes una decisión que tomar: tirar o salvar. Muchas personas simplemente deciden quitar la parte que se aprecia mohosa. Después de todo, no quieres tirar y desperdiciar comida; ese queso elegante costó demasiado y apenas le has dado unas mordiditas, queda demasiado y duele desecharlo. Además, el resto aparenta estar bien. Artículos de internet, te dirán que cortes y te comas el resto, pero los patólogos, microbiólogos y nutricionistas te dirán: ¡Tíralo! 


Los hongos que ves son una colonia, una colección de muchos hongos juntos. Sin embargo, en el mundo microscópico, toda tu comida está poblada de diminutas hifas (unidades estructurales de la mayoría de los hongos) que no se ven a simple vista. El problema de estos hongos e hifas es que ciertas especies producen una toxina denominada aflatoxina. Estas toxinas enloquecen al sistema inmune y causan inflamación. Mientras que en el hígado, al intentar procesarlas, se crean moléculas más tóxicas con un alto grado mutagénico. Estas moléculas son capaces de transformar a las células en células cancerígenas. Los órganos más afectados por las aflatoxinas son los riñones, el hígado y los testículos. Así que, la próxima vez que veas moho en tu comida, deshazte de todo el trozo.


Queso con moho

Un momento triste al abrir el refrigerador o la alacena es notar que algún alimento tiene esos puntitos azules que indican que tienen moho. Aunque quieras salvar la comida y cortar solamente el trozo afectado, las hifas microscópicas ya andan por todos lados y lo mejor es tirar el alimento para evitar las aflatoxinas.


Sexo sin protección y saltarse la vacuna del VPH

Si no conoces a tu pareja, lo mejor es usar protección, es un gran tip. Hay un considerable número de enfermedades de transmisión sexual y una de ellas causa cáncer de cérvix o cuello uterino. El virus del papiloma humano tiene muchas formas y las tenemos numeradas. El tipo VPH 16 y VPH 18 pueden causar cáncer en la mujer. En México, a las niñas se las suele vacunar, pero a los niños no, porque al no tener útero, se cuestiona para qué hacerlo. El problema es que luego pueden transmitir la enfermedad a mujeres. 


El VPH disfruta de esconderse en lo más profundo del cérvix, donde se la vive replicándose. El problema es que el virus mete sus genes en las células y hace que se multipliquen continuamente. Este virus causa ciertos cambios en el ADN, que transforman a las simples células en seres peligrosos. En primer lugar, las vuelven inmortales. También detienen a genes especiales que se encargan de mantener a la célula controlada y que no se multiplique sin permiso. En tercer lugar, frena genes proapoptóticos. Las células que se comienzan a salir de control se suelen suicidar, esto se conoce como apoptosis y sirve para evitar que se vuelvan cáncer, pero este virus “listillo” puede apagar los genes que hacen eso. Finalmente, desestabiliza al ADN y las células hipermutan. Al final, quedan células inmortales, mutadas y listas para multiplicarse sin control. Lo mejor es vacunarse, ya seas hombre o mujer, y si no conoces a tu pareja, usar protección. 


Mujer afroamericana con una bendita tras ser vacunada

Vacunarse contra el VPH no únicamente te ahorra una enfermedad de transmisión sexual, también te protege contra el cáncer de cuello uterino


Trabajar en construcción y beber agua potable

El asbesto lo han llamado la fibra milagrosa por ser altamente maleable y ser un gran aislante. En el calor, retiene el fresco; en el frío, conserva el calor. En la primera mitad del siglo XX, se utilizó para miles de productos, desde construcción hasta ropa. Sin embargo, tiene una considerable deficiencia y es que causa cáncer, sobre todo de pulmón. Podrías pensar que estás segura, se vio que era cancerígeno en los 70 y se prohibió o ¿no? A menos que vivas en uno de los 55 países que lo han prohibido, no te relajes del todo. La Unión Europea lo prohibió; Japón y Australia también; hay más países africanos que lo tienen vetado que en el continente Americano. Si estás en el continente Americano, estás de mala suerte, a menos que te encuentres hasta el sur, ya que sólo Chile, Argentina y Uruguay prohibieron su uso. Honduras, en Centroamérica, también es lo más cercano a México, con el asbesto como sustancia prohibida. Todos los demás estamos en aprietos. 


En México, el asbesto se sigue utilizando, sobre todo para láminas. Si tu casa es de antes de la década de los 80, seguramente tiene asbesto. Los tinacos aún tienen asbesto. Finalmente, nuestra red de tuberías está hecha de asbesto, así que te bañas y lavas los dientes con asbesto. Si trabajas en construcción, plomería o soldando, también seguramente estás en contacto con el asbesto. 


El asbesto tiene diferentes formas y su forma en vara es la peor. Estas microscópicas varas llegan al pulmón, donde terminan enterradas. Por supuesto, al cuerpo no le agrada e intenta deshacerse de ellas montando una respuesta inflamatoria. Tras años, la inflamación y el mismo asbesto causan cambios en el ADN, lo rompen, activan oncogenes para que la célula se replique sin control y detiene mecanismos de seguridad destinados a evitar que la célula prolifere. El resultado es un cáncer muy particular de pulmón llamado mesotelioma maligno. Este tumor afecta a unas células de la pleura pulmonar, una diminuta y delgada capa que secreta un líquido para que el pulmón no reciba fricción cada vez que respiramos. 


Es difícil evitar el asbesto si te encuentras en un país donde no está prohibido. Lo mejor es urgir a que se modifiquen las leyes para prohibir a la fibra no tan milagrosa. Si ves en tu casa algo similar a algodón en tus paredes o techo, es imprescindible revisar porque podría ser asbesto. Si trabajas en construcción, plomería o soldando, lo mejor es usar ropa de protección con un cubrebocas para evitar respirar las varas tóxicas.


Techo de lámina con asbesto

El asbesto pasó de ser la fibra milagrosa a la fibra maldita por causar cáncer de pulmón. Hoy, varios países lo prohíben, pero México sigue teniendo una gran cantidad de este material peligroso. 


Estas fueron 5 pequeñas cosas que aumentan el riesgo de cáncer. Como todo en la vida, llevar a cabo estas actividades no es una sentencia. El cáncer es una enfermedad compleja que requiere de genes y particularidades en nuestro ambiente para aparecer. Por ejemplo, hay gente que consume mucho alcohol y no tiene cáncer. Sin embargo, no sabemos cómo nos puede afectar determinada acción ni conocemos nuestros genes. Lo mejor es intentar reducir el riesgo y en muchas ocasiones es posible teniendo ciertos cuidados. Si te interesa conocer tus genes asociados al cáncer o requieres consulta oncogenética, no dudes en acercarte a TrueOnco, el laboratorio de oncología genética de Nanolab, donde con gusto te ayudaremos y guiaremos. 



Referencias 


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